Cualquier desarrollo inmobiliario necesita un insumo básico para existir: el terreno. Sin una superficie de tierra previamente elegida, es absurdo siquiera imaginar la concreción de un proyecto. Por ello, las características del terreno elegido condicionarán el diseño tanto arquitectónico como financiero del desarrollo, y en buena medida facilitarán o entorpecerán su rentabilidad. Por esta razón, participar con un terreno en aportación resulta una pieza clave en la dinámica financiera dentro mundo del ladrillo, pero ¿cómo es posible concretar este trato? ¿En qué consiste aportar un terreno? ¿Qué ganancia, dentro de un esquema financiero sólido, puede obtener quien contribuye con un predio?
La aportación de terreno se entiende como la acción en la que un inversor (persona física o ente corporativo) aporta un lote en calidad de socio con el propósito de que un desarrollador se encargue de idear, gestionar y ejecutar ahí mismo un proyecto inmobiliario, que a medio o largo plazo redundará en beneficios financieros para ambas partes.
Si eres propietario de un lote y estás tentado a involucrarte en una aportación, debes tomar en cuenta varios aspectos:
- Tipo de proyecto. Investiga qué clase de desarrollo es viable construir en tu terreno, de acuerdo con sus características (ubicación, uso de suelo, medidas, entorno urbano, entre otras).
- Plan de negocios. Si ya se acercó a ti un desarrollador, pregúntale qué clase de desarrollo tiene en mente, qué porcentaje del valor del terreno te entregará al cerrar el trato y qué porcentaje al concluir el proyecto; qué otras opciones de retribución ofrecen (por ejemplo, que te ofrezcan unidades habitacionales en lugar de pago en moneda) y, sobre todo, qué ventajas te proporcionará su esquema en comparación con una operación tradicional de compra-venta, y en cuánto tiempo (el plazo puede ir de uno a tres años, o incluso más, dependiendo de la complejidad del proyecto).
- Reputación del desarrollador. Cerciórate, además, de que se trate de una persona o, mejor aún, de una empresa con trayectoria amplia, limpia y consolidada en el ramo inmobiliario. Gogléalo, pregunta por él, busca referencias aquí y allá.
- Marco legal. Averigua a qué te comprometes tú como propietario del lote y a qué se compromete el desarrollador, dentro de las normas oficiales vigentes. Ten presente que tu terreno debe estar en completa regla, sin ningún adeudo o traba legal de por medio. Por último, está por demás señalar que todo debe quedar asentado en un contrato de aportación.
Procura que, si amarras el trato, quede todo claro para ti, punto por punto, de modo que sepas desde el principio cuánto y cómo vas a ganar. El desarrollador deberá mostrarte un esquema tal que te convenza de que aportar tu terreno para la edificación del proyecto inmobiliario resultará más lucrativo para ti que si lo vendieras por tu cuenta o si dejaras el lote tal cual está: ganando valor, sí… pero a paso de tortuga.
Acércate a nosotros si tienes un terreno en una zona de alta o creciente plusvalía: en We City idearemos un esquema financiero sólido y confiable para edificar el proyecto inmobiliario que más nos convenga a ambas partes. Deja tu propiedad en nuestras manos y haremos crecer tu patrimonio.
Aprende más sobre terrenos por ejemplo el Cómo elegir el terreno perfecto para un desarrollo inmobiliario.
