En las afueras de las oportunidades florecen los pretextos. Nos referimos a las excusas para mantenerse alejado de las posibilidades de crecimiento de modo que la mayoría de las personas, atadas al miedo o la costumbre, optan por mirarlas a distancia, como una tierra deseada por todos, pero prometida nada más para unos cuantos. En el ámbito financiero este fenómeno también ocurre, sin embargo, gracias a la diversificación de productos, modalidades e iniciativas disruptivas ahora es posible habitar en el país de las oportunidades con un poco de voluntad, algo de visión y una pizca de capital: nos referimos al crowdfunding.
El concepto de crowdfunding
Esta es una manera de invertir que no sangra la cuenta bancaria y que además permite llevar a la práctica principios como la colaboración responsable (uno de los valores en que se cimienta el capitalismo consciente, que ya hemos abordado en un artículo anterior). Este sistema, también llamado micromecenazgo y que ha ganado bastante popularidad recientemente, funciona así: una persona, un grupo de ellas o una empresa se encargan de convocar a distintos pequeños inversionistas para reunir el dinero de cada uno, crear un fondo y emplearlo para desarrollar un proyecto, adquirir una propiedad o financiar una iniciativa con fines lucrativos e incluso altruistas.
Financiamiento colectivo en la era digital y de la colaboración remota
Este sistema se ha extendido con éxito por todo el mundo por diversas razones, que aquí resumimos:
- La posibilidad de participar en grandes proyectos a cambio de poco dinero, lo que ha acercado a personas de todos los estratos sociales a esta modalidad, incluso a aquellos más renuentes pues la perciben como una oportunidad de un riesgo bajo toda vez que se puede participar en ella con poco dinero. Uno sabe, entonces, que al dar clic y contribuir con, digamos, tres días de salario, no se juega la universidad de los hijos o los ahorros de toda la vida.
- La facilidad de involucrarse gracias a que la convocatoria, la descripción de cada proyecto, la organización y la rendición de cuentas se realiza a través de plataformas digitales, lo que facilita el acceso, la comunicación y la interacción con los emprendedores convocantes.
- La puesta en práctica de lo que se conoce como economía colaborativa, concepto en plena sintonía con los valores sociales que en este momento histórico van ganando protagonismo en todo el mundo.
¿De qué va el crowdfunding inmobiliario?
En lo que respecta al ámbito inmobiliario, el crowdfunding consiste en destinar el capital reunido en emprender un proyecto inmobiliario que reditúe ganancias a corto o mediano plazo. Este tipo de financiamiento colectivo permite a las empresas reunir un capital más robusto de modo que se le abren las puertas para concretar en ladrillo ideas más ambiciosas, y rentables, involucrando a una gran cantidad de personas quienes, a su vez, difunden la iniciativa en su medio, y le ayudan a edificarse un buen nombre entre los posibles compradores futuros; en pocas palabras, bastante dinero disponible y publicidad de la buena.
Según Vivanuncios (en artículo publicado en realestatemarket.com.mx), “en este esquema de financiamiento colectivo se fija una cantidad meta de dinero, el cual es reunido mediante una cuenta común, en la que cada participante decide libremente el monto a invertir a partir de una inversión mínima”, que puede ser de cientos o pocos miles de pesos, aunque en España algunas plataformas piden desde 500 euros (unos 20,000 pesos mexicanos). “Una vez cumplida esa meta, esa cantidad de dinero se utiliza para financiar parcial o totalmente la construcción de proyectos inmobiliarios”, y las ganancias (que pueden superar el 10% anualizado) de los participantes se obtienen una vez que el proyecto sea adquirido por los compradores.
Como en toda inversión existen riesgos, pero si te acercas a empresas con trayectoria probada y prestigio esta experiencia no sólo será gratificante en términos sociales, sino también dulce financieramente hablando. No olvidemos que es una modalidad no sólo simple sino también versátil, pues puedes participar en distintos productos financieros (lo cual varía de una plataforma a otra), como esquemas de copropiedad, fondos de inversión o pool de rentas.
Entonces, no hay pretextos para mantenerse alejado de las inversiones: gracias al crowdfunding puedes convertirte, con poco dinero, en copropietario de un desarrollo exitoso, junto con otras personas que tampoco son expertas en finanzas, pero que como tú quieren crecer.
Acércate a We City, sabremos involucrarte en proyectos de economía colaborativa y ayudarte a ganar con ellos.
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