Inversiones a corto plazo versus inversiones a largo plazo: ¿cuáles, cómo y por qué?

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Cuando nos decidimos a invertir, más allá del monto destinado a ello, deseamos obtener las mayores ganancias en el menor tiempo posible. Sabemos que la relación entre el tiempo y el dinero es tan estrecha como la del calor y el fuego, de manera que somos conscientes de que la utilidad que llegue a nuestra cuenta bancaria será más significativa cuanto más rápido llegue. Sin embargo, debemos recordar que, como todo en la vida, hay tiempo para sembrar y tiempo para cosechar… y hay unas cosechas que demoran más que otras, ¿pero todas valen la pena? Te lo explicamos a continuación.

Rentabilidad, El Dorado de la historia

Hace algunas semanas abordamos el tema de la rentabilidad, que en esta ocasión hay que retomar para distinguir pros y contras de las inversiones rápidas versus las inversiones lentas. Como quizás recuerdes, el concepto de rentabilidad hace referencia a la ganancia neta que puede obtenerse de una inversión. 

Para comprenderla más a fondo es necesario traer a cuento otro término clave: la tasa de inversión de retorno (TIR), que es la diferencia entre el monto que aportas y tu ganancia final. Veamos: si al cabo de dos años, después de invertir 30 millones y con el proyecto ya vendido te embolsas 15 millones, la TIR habrá sido de 25% (7.5 millones por año). Si la TIR es alta, el negocio valdrá la pena. He aquí el secreto de la rentabilidad.

Inversión a corto plazo, una opción vertiginosa

Cuando hablamos de corto plazo nos referimos a una inversión que ofrece un retorno inmediato o, cuando muy tarde, que demora menos de un año. En este tipo de inversiones puedes obtener liquidez casi inmediata, no implican complejos trámites legales, no exigen un gran capital y son una opción para diversificar el portafolio de inversión. Algunos ejemplos de este tipo de inversión:

  • Acciones.
  • Commodities (materias primas en el mercado de valores).
  • Fondos de inversión.
  • Depósitos a plazo fijo en instituciones bancarias.
  • Criptomonedas.

Suena lindo, pero no debes perder de vista los riesgos, dos de ellos son mayor volatilidad y ganancias que suelen ser menores a las de las inversiones a largo plazo. Porque recuerda: el tiempo y el dinero son inseparables aliados… por esa razón las inversiones a largo plazo, que no tienen la chispa de la aventura, sí ofrecen la estabilidad y la ganancia duradera de un matrimonio sano. Sigue leyendo, te lo contamos más a detalle.

Inversiones (inmobiliarias) a largo plazo, ganancia segura a paso firme

En las inversiones a largo plazo hay que armarse de un poco de paciencia, pues el beneficio llegará dos, tres, cinco años después. El sector del desarrollo inmobiliario es lo suficientemente versátil como para encontrar en él lo que necesitas para participar en una inversión a largo plazo que te ofrezca lo mejor que un producto financiero de esta clase puede proporcio darte: seguridad, tranquilidad, rentabilidad, todo esto sin que sea necesario hacer un seguimiento frecuente, a diferencia de las inversiones cortoplacistas, a las que no hay que quitarles los ojos de encima. Difícilmente experimentarás una espera más fructífera.

Puedes optar, dependiendo de los factores ya mencionados, por una o varias de estas opciones:

  • Compra de inmuebles vacacionales.
  • Compra de inmuebles habitacionales.
  • Adquisición de unidades en preventa.
  • Adquisición de terrenos en zona de crecimiento.
  • Aportación de terreno para desarrollo inmobiliario.
  • Participación en fondos de inversión inmobiliarios.
  • Participación en pool de rentas.
  • Inversión en copropiedad.

¿Buscas una inversión a largo plazo en el mercado inmobiliario? Acércate a nosotros, acércate a We City: te ofreceremos un amplio abanico de opciones, para que ganes dinero así nada más, poco a poco pero en notables cantidades, mientras el tiempo pasa.