Funciones del desarrollador inmobiliario: liderando el camino hacia el éxito
Desarrollo inmobiliario por aquí, desarrollo inmobiliario por allá… Mucho hemos escrito al respecto, y hasta ahora en este blog te hemos trazado un dibujo a color del amplio panorama de la gestión de proyectos de construcción y la manera de convertirlos en un negocio sólido y rentable. Para no dejar ningún cabo suelto en este flujo de información nos detendremos para explicarte qué hace, para qué sirve y por qué es tan importante el protagonista de estas historias de emprendimiento: nos referimos al desarrollador inmobiliario.
¿Qué es un desarrollador inmobiliario?
Como ha quedado claro desde la primera entrada de este blog, el desarrollo inmobiliario es una disciplina profesional, y como tal requiere de la aplicación de ciertos saberes, destrezas y actitudes. En pocas palabras, podemos llamar desarrollador inmobiliario a aquella persona que convierte una idea inmobiliaria en una realidad material.
Cuando exploramos bajo la superficie de esta figura, encontramos que este ser humano gestiona, controla, supervisa y dirige un proyecto inmobiliario, desde la búsqueda y adquisición del terreno, el plan financiero, el diseño y el proceso de construcción hasta la venta o arrendamiento de la propiedad. Más de algún despistado se preguntará: ¿pero esto no lo hace un arquitecto? La respuesta es no: el arquitecto es un miembro destacado del equipo, mientras que el desarrollador inmobiliario funge como líder de ese equipo, que integran otras personas como gestores, abogados, financieros, notarios, contadores y promotores de ventas.
El desarrollador inmobiliario, artista de la anticipación
Así como un capitán decide el rumbo y la velocidad del barco, elige sabiamente la tripulación, configura un itinerario y se hace responsable de todas las decisiones, el desarrollador inmobiliario arma un plan para pasar de la volatilidad de una gran idea de negocio a la concreción de un bien raíz redituable para todos los que participen de él.
Nada de esto es posible sin ese don casi celestial llamado sentido de anticipación, que no es otra cosa que mirar con total claridad en el presente lo que será una gran oportunidad en el futuro. Los mejores desarrolladores inmobiliarios adquieren un olfato canino para percibir cómo un pedazo de tierra puede convertirse en un condominio de lujo, o hasta dónde puede crecer como destino turístico un pueblito de pescadores a la orilla del mar. Saben encontrar en el carbón de ahora los diamantes de mañana. Pero no lo hacen sólo porque tienen un talento innato, sino que manejan una gran cantidad de información, o, mejor dicho, la información (económica, política, arquitectónica, legal, social) justa, precisa y estrechamente conectada.
Funciones del desarrollador inmobiliario
Las mil y una tareas de un desarrollo inmobiliario podrían resumirse, muy apretadamente, en estas diez actividades básicas:
- Identifica, evalúa y anticipa las tendencias del mercado de los bienes raíces.
- Lidera investigaciones que buscan detectar oportunidades y riesgos.
- Analiza la demanda, la oferta y la competencia en su nicho.
- Gestiona planes financieros.
- Encuentra inversionistas, contratistas y proveedores idóneos.
- Obtiene permisos de construcción.
- Maneja y optimiza el presupuesto.
- Coordina equipos multidisciplinarios.
- Toma decisiones, tanto financieras como operativas.
- Pone en marcha modelos de negocio innovadores.
Gestión financiera y negociación: equilibrando números y oportunidades
Podría convertirse en desarrollador o desarrolladora inmobiliaria cualquier persona o empresa con gran capacidad de negociación, aguda visión empresarial, conocimiento de los riesgos y de las oportunidades, liderazgo positivo y sensibilidad para calibrar la íntima relación tiempo-dinero.
Un desarrollador inmobiliario es un hombre o una mujer de negocios. No debe perderse de vista que, a fin de cuentas, la misión del desarrollador inmobiliario es crear las condiciones para la viabilidad financiera de cualquier proyecto a su cargo. El éxito de un desarrollador financiero dependerá entonces no del número de pisos de la torre ni de los premios que obtengan sus edificaciones, sino de las ganancias obtenidas de sus proyectos.
Acompáñanos en esta increíble aventura de desarrollar inmuebles. En We City hemos recorrido el camino hacia el éxito financiero al derecho y al revés.
